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Demasiadas opiniones, demasiadas manifestaciones y demasiados ataques personales a una Ministra del Gobierno de España, por trabajar, por ofrecer a la ciudadanía una Ley avanzada, realizada para el presente y el futuro pero partiendo del análisis del presente y del pasado.
No olvidemos que la sociedad actual es producto de todos y todas (padres, madres, personal docente, profesionales, políticos y políticas etc.) que es una sociedad muy heterogénea y donde la franja más sensible, y de la que hay que ocuparse con sumo mimo es la de la juventud, una juventud preparada, muy informada gracias a los avances en las nuevas tecnologías, socialmente muy conectada, hay redes sociales que prácticamente unen distintos lugares del mundo en unos segundos. Redes a través de las cuales se transportan ideas, mensajes, foros que en segundos hacen participar a millares de jóvenes. Una juventud, pese a lo que muchos piensen, preparada. Y es precisamente para ella, para esa juventud para la que un Ministerio, dirigido por una mujer, Bibiana Aido, trabaja duro, muy duro.
Y, sin embargo, pocas opiniones de jóvenes se han oído en contra de esta Ley. Hemos oído, visto, mensajes, foros, marchas de mayores y niños/as sobre todo, pero de pocos jóvenes. Pero cuidado, no caigamos en el estereotipo de decir que “pasan”. Los/as jóvenes no pasan de nada que les afecta, tienen una conciencia sana y bien amueblada, y harán lo que tengan que hacer, porque saben lo que quieren hacer. Creo que hay que hablar más con hijos, hijas y jóvenes en general, dejar de decidir por ellos, dejar de considerarlos tontos e inútiles.
Dejemos trabajar a una mujer joven en temas que afectan a los jóvenes (hombres y mujeres) fundamentalmente, no la castiguemos y estemos solamente pendientes de frivolidades. Los mayores debemos dar ese ejemplo, el de valorar el trabajo e informarnos correctamente, y como decía Serrat sobre los/as hijos/as “no les transmitamos nuestras frustraciones”.
Ana Gordillo
Secretaria Cultura CEM
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